sábado, 2 de marzo de 2013

Origin of BellDom - Capítulo 3.

AVISO: SOLO APTO PARA MUSERS AVANZADOS Y CREYENTES EL BELLDOM.


Matt dio dos golpes con la mano en aquella puerta blanca y Kelly no tardó en abrir. "Muy buenos días, Matthew" saludó ella tan sonriente y educada como de costumbre. "Pasa al salón; Dominic aún no ha llegado. Chris está en la cocina preparando unas tortitas" continuó diciendo. "Gracias Kelly" le respondió con una sonrisa sincera y entró en la casa. Olía como a jazmín y a dulce. Antes de ir al salón pasó por la cocina para saludar a Chris: "No sabía yo que aparte de tocar el bajo se te daba bien cocinar" dijo Matt riéndose. "Se le dan bien más cosas de las que crees, Matthew" añadió Kelly dándole un beso en la mejilla a su hombre mientras este sonreía. "Oye, ¿dónde está Dom? Creía que venía contigo" Dijo el bajista. "Qué va, supongo que estará al llegar" respondió Matt "Al final llegaremos tarde a la prueba de sonido... ¡Encima de que os invito a desayunar!" Se quejó Chris. Entonces llamaron a la puerta. "Ese debe ser él" decía Kelly dirigiéndose hacia la entrada. "Buenos días, Kelly... ¡Uhm, qué bien huele! ¿estás haciendo tortitas?" fue lo primero que dijo Dom cuando le abrieron la puerta. "Buenos días, Dominic. Y en realidad es Chris quien las está preparando". "Eso quiero verlo yo" decía Dom yendo para la cocina. "Anda, pues es verdad" dijo cuando llegó y vio a Chris con un delantal puesto, sujetando con la mano una sartén. "Hola, Dom" saludó Matt; pero este no contestó. Chris miró a los dos un poco confuso. "Pasad al salón, chicos. Y decidme qué queréis de beber". "Yo quiero un café solo" contestó Matt. "Y yo un té con leche, por favor" dijo Dom muy risueño. "Muy bien" sonrió Kelly mientras ponía una tetera a hervir.

"¿Ahora te comportas como si tuvieras 10 años?" dijo Matt cuando estuvieron sentados en la mesa del comedor. "¿A qué te refieres?" preguntó Dom con indiferencia, sin ni siquiera mirarle, a la vez que cogía una galletita de arándanos que había en un plato en el centro de la mesa. "Me refiero a eso de ignorarme. No es que sea un comportamiento muy maduro". "Ah, no sabía que guardar el secreto de un lío con un colega si era de ser maduro" contestó Dom sarcástico y muy serio. "¿Pasa algo? Os noto raros esta mañana" dijo Kelly entrando al salón con un plato enorme y rebosante de tortitas bañadas en sirope. "No es nada, Kelly. Simplemente tengo sueño. Hoy no he dormido muy bien" respondió Dom lanzando a Matt una mirada desafiante de lo cual la novia de Chris no se percató. Acto seguido entró el bajista con una bandeja sobre la que estaban las tazas de té y café. Todos se sentaron. "Vamos a bendecir la mesa, ¿no?" dijo Matt en tono irónico. "Claro. Gracias señor por darme cuerdas nuevas para el bajo y por hacer que Kelly me comprase una camiseta de Nirvana por mi cumpleaños". "¡Eso me lo tendrías que agradecer a mi!" le dijo Kelly riendo y todos la siguieron. Después de la broma empezaron a comer. El resto del desayuno transcurrió en silencio. Se podía palpar la tensión entre Dom y Matt. Chris y Kelly se sentían incómodos pero no quisieron decir nada. Cuando terminaron recogieron las cosas de la mesa. "Ayudadme a guardar el equipo en la furgoneta" le dijo Chris a los otros dos integrantes del grupo mientras se despedía de Kelly con un tierno beso. Chris y Kelly probablemente serían la mejor pareja de la tierra. Y si crees que alguien es mejor que ellos dos, es porque no les conoces. Matt y Dom cogieron el equipo y Chris su bajo y se dirigieron al garaje donde guardaron las cosas en una vieja furgoneta de los 80. Se subieron en ella y se dirigieron al lugar donde daban el concierto aquella noche.

El ensayo fue muy bien. Ya estaba todo listo: empezarían con Ashamed, continuarían con Showbiz, Cave, Unintended... Para la hora de comer ya habían terminado. Chris llevó a cada uno a su casa. Cuando Matt llegó lo primero que hizo fue darse una ducha. Se apoyó en la pared del baño con la cabeza hacia arriba y los ojos cerrados, dejando que el agua le resbalara por su cuerpo; tratando de no sentir nada. "¿Qué cojones voy a hacer?" susurraba para sí mismo. Salió de la ducha, cogió una toalla y se la puso al rededor la cintura. Se dirigió a la sala de estar y abrió un cajón de un mueble. Sacó una bolsita con maría y papel de liar y se hizo un par de porros; pero no se los fumó, los guardó en una pitillera que dejó encima de una mesa. Fue a la cocina y metió en el microondas un preparado de macarrones con queso que caducaba hace tres días. Mientras se cocinaba marchó a su habitación y se vistió. "Biiiip" sonó el microondas. "¡Me cago en la puta!" gritó Matt porque se había quemado al sacar el plato del aparato electrónico. Almorzó de pie apoyado en la encimera, pero apenas comió. No tenía demasiado apetito. Tiró los restos a la basura y colocó el plato en el fregadero. Luego se dirigió al salón, cogió su guitarra y se puso a tocar algunos acordes.

Cuando sonó el timbre Matt dio un brinco. Se había quedado dormido. Se levanto, dejó la Manson apoyada en la pared y mientras iba hacia la puerta miró por la ventana: estaba atardeciendo; debían ser las siete de la tarde. Abrió. Era Dom. Matt se asombró. "Creo que el otro día me dejé mis otras baquetas aquí cuando estuvimos ensayando. Y las necesito para el concierto de esta noche". "Hola, eh" vaciló Matt. "Hola", contestó escueto Dom. "Pasa al salón. Voy a buscarlas, tienen que estar en el sótano". Se oyó a Matt bajar las escaleras hacia la planta baja. Entonces empezó a sonar un móvil. Era el de Matt, que estaba sobre la mesa. "¡Matt, te están llamando. Es..." miró el móvil "... ¿Gai-Gaia?". Matt apareció de repente: "Mierda, le dije que no llamara hoy" susurró. Y le dio las baquetas a Dom. "Se dice Gaia". "Que nombre más raro" dijo Dom extrañado. "Es italiano" aclaró Matt. "¿Le conociste cuando estuviste en Italia?" preguntó el batería. "La conocí", dijo Matt resaltando el 'la'. "Ah, que es una chica... ¿Y cómo es que te llama a estas horas?". "Supongo que puede llamarme cuando quiera". "¿Y eso? preguntaba Dom con curiosidad. "Porque estamos saliendo" a Matt le costó decir esa última frase. Dom se quedó mirándolo el silencio. "Dom..." alcanzó a decir Matt. "Cállate" le contestó este. La rabia se palpaba en sus palabras. "Dom, deja que te lo explique...". "¡Que te calles!" gritó Dom a la vez que rompía una de las baquetas que sostenía. Matt se quedó de piedra. Nunca antes había visto a su compañero así. Dom tiró las baquetas al suelo y se fue para la entrada "¡Espero que te la folles bien!" dijo mientras daba un portazo. Matt estaba tan en shock que no pudo ni reaccionar. ¿Por qué las cosas habían sucedido así de rápido? Cuando volvió en sí cogió uno de los porros que se había liado y se lo encendió. Se tumbó en el sofá y le dio dos hondas caladas. En casa de Dom la cosa no era demasiado diferente. "Me cago en la puta, mis baquetas..." Decía para él apretando el puño. Entró en su habitación y se sentó en la cama sin ni siquiera encender la luz; prefería estar en la penumbra. Apoyó la cabeza en las manos y soltó un largo resoplido.

El concierto fue increíble. Incluso tocaron por primera vez en directo una de las canciones que incluirían en su próximo disco. Se llamaba 'Bliss'. En el escenario las cosas entre Matt y Dom parecían como siempre. Estaban, de alguna manera, actuando. No querían decepcionar al público, tenían que ofrecerles una directo genial como siempre. Cuando Dom entró al baño del backstage Matt estaba lavándose las manos. "Te has empalmado en el concierto" le dijo mirándole en el espejo. "¿Qué coño hacías mirando eso?". "Seguro que no era porque estabas pensando en la italiana esa" siguió diciendo Dom. "¿Tu que sabrás?" Le contestó Matt y antes de que el otro pudiera hablar continúo: "Son esos pantalones..." hizo una pequeña pausa, "...te quedan muy ajustados...." Le iba diciendo mientras se acercaba a él, que estaba apoyado en la pared del baño. Y sin apartar la mirada de Dom cerró el pestillo. "¿Qué haces?" Le dijo este. Matt le contestó con un violento y pasional beso que parecía que se había estado guardando desde hace siglos. Dom le pegó a él. "Esto no va a volver a pasar..." decía Matt mientras le besaba el cuello a Dom. "No... No va a volver a pasar..." afirmaba este con la cabeza hacia arriba y los ojos cerrados, disfrutando de aquello. El deseo contenido hizo que el ambiente se caldeara más de lo normal. El corazón les iba a mil por hora. Casi les faltaba el aire. Matt empezó a quitarle la camiseta a Dom, pero este, para ir más rápido, terminó de quitársela él mientras Matt hacía lo mismo con la suya. Este le pegó a la pared agresivamente y siguieron besándose; en los lábios, el cuello, el pecho... Esta vez era todo muy distinto a aquella noche en la playa. Estaban ansiosos por consumirse el uno al otro. Matt empezó a desabrochar los ceñidos pantalones de Dom. "Matt, no quiero que hagamos nada si luego me vas a dar de lado..." dijo con tono triste. "No te puedo prometer nada" declaró Matt. "Pues entonces no. No..." Dom ni siquiera estaba seguro de lo que decía. "Por favor, Dom, déjame hacer esto. Por favor te lo pido" suplicó Matt. Dom ya no habló más.

Todo era demasiado para él en esos momentos. Simplemente se dejó llevar. Aunque por una parte no quería volver a saber nada de Matt debido a lo que ocurrió aquella tarde, otra gran parte quería a aquel ser maravilloso para él solo. Quería poseerle eternamente; y eso hizo. Matt le bajó los pantalones arrastrando con ellos sus calzoncillos. Por un segundo se quedó observándolo, y pensando si de verdad quería hacer eso. Claro que quería. Lo agarró con una mano, separó los labios y se lo metió en la boca. Dom cerró los ojos de placer. La lengua de Matt jugaba con él, a la vez que aceleraba el ritmo al que movía su cabeza de arriba a abajo. Dom jadeaba. Matt calló en la cuenta de donde estaban: un sitio público. Debían darse prisa porque en cualquier momento podría llamar alguien a la puerta. Así que Matt paró y se quitó los pantalones y la ropa interior, y se colocó inclinado apoyando las manos en la encimera de mármol. Dom se puso detrás y no tardó en entrar en él. Matt se agarraba con fuerza al mueble y contemplar en el espejo aquella imagen le repugnó  El y su mejor amigo teniendo sexo de aquella manera... No quería verlo por eso cerró los ojos. Dom agarraba sus caderas y se movía con intensidad aunque estaba medio temblando. Matt se metió los dedos entre los dientes para ahogar sus gemidos de alguna manera. Dom se iba apresurando conteniendo sus jadeos con gran esfuerzo. Y volvieron a unirse en un efímero y plácido segundo que pareció durar para siempre. Dom se liberó de él y fatigado se sentó en el suelo dejando caer su espalda en la pared. Matt, en un impulso, fue corriendo a abrazarle. Se aferró al batería con todas sus ganas. Dom se dejó caer en su hombro mientras le rodeaba con sus brazos. ¿Por qué todo eso le hacía sentirse tan bien? Se preguntaba Matt aterrado, en su cabeza.


PD: Me gustaría que me dieras tu opinión sobre el capítulo o la historia en general, tanto si es buena como si es mala; que me comunicaras cualquier sugerencia, a través de mi twitter.




 Y aquí os dejo un dibujo que me ha hecho @missunburn <3.

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