martes, 5 de marzo de 2013

Origin of BellDom - Capítulo 5.


AVISO: SOLO APTO PARA MUSERS AVANZADOS Y CREYENTES EN BELLDOM.


"¿Si?" preguntó Kelly. Matt no esperaba que esta fuera a coger el teléfono. "Hola Kelly, soy Matt, ¿está Chris?". "Ah, hola Matthew, sí que está, ya le digo que se ponga". Se la oyó llamar a Chris y al minuto este se puso al teléfono: "¿Qué pasa, tío?" dijo con buen humor. "Oye Chris... que... no voy a poder ir al ensayo de esta mañana"  Matt sonó poco convincente y con tono nervioso. "¿Qué? ¿Pero estás bien? ¿Te ocurre algo?" preguntó Chris extrañado. "No... Solo estoy... Solo estoy muy cansado... Es simplemente eso" Y antes de que el bajista pudiera decir algo más Matt colgó. Chris se quedó con el teléfono en la mano y la boca abierta unos segundos. Algo raro pasaba. Matt no había faltado a un ensayo nunca, ni aún estando enfermo. Rápidamente fue a por su chaqueta y se la puso. Buscó a Kelly, que estaba en el cuarto de Alfie jugando con el. "Voy a ir a casa de Matt, ¿vale?" le dijo después de darle un beso al bebé. "Vale, guapo" le contestó sonriente; y le besó en los labios. Chris fue al garaje, se montó en su vieja furgoneta y se dirigió a casa de Matt.
Cuando Matt abrió la puerta Chris se quedó de piedra. Matt tenía un ojo morado, y demás moratones por la cara y los brazos. "Mierda, ¿qué coño haces aquí?" dijo Matt echando la cara para un lado. "¡Matt, por dios, ¿qué te ha pasado?!" le dijo señalando los moratones. "Esto... no es nada" respondió titubeando. "Y una mierda. Voy a entrar y me vas a decir qué ha pasado aquí". Matt se rindió y se apartó de la puerta para dejar paso a que Chris entrara. Se sentó en el sofá del salón y Matt le ofreció un vaso de agua. "Matt, tío, llevas unas semanas muy raro. No te he querido decir nada, pero lo del ensayo me ha extrañado mucho y vengo y me encuentro con esto" tomó un sorbo de agua. Matt no decía nada, se rozaba los dedos nervioso y miraba para el suelo. "Me preocupas" después de un largo silencio por fin se dignó a hablar: "Me peleé con Dom en el baño del backstage el otro día..." apenas alzó la voz. " ¡¿Qué?!" Chris sí que estaba sorprendido ahora; sorprendido y confuso. "¿Eso te lo ha hecho Dom?" preguntó sin creérselo aún. "Sí" contestó con voz ronca. "Pero Matt, ¿cómo...?" Chris estaba tan anonadado que ni siquiera pudo acabar la frase. " Es una larga historia...". "Tengo todo el tiempo del mundo" le presionaba Chris para que hablase. Matt se tomó un momento para pensar lo que iba a decir: "Nos liamos, ¿vale? Ya está. Nos liamos hace un par de semanas en la playa" dijo cerrando los ojos con fuerza y continuó: "Y en el jacuzzi en casa de Tom. Y el otro día en el baño". consiguió terminar de decir. "Eso es mentira" dijo Chris. "¿Me ves cara de estar mintiendo?". Claro que decía la verdad, anque le doliera reconocerla. Y es que contar aquello en voz alta hizo que todo pareciera más real. El estómago de Matt se encogió con un escalofrío. Ambos estuvieron un rato callados, Chris asimilando lo que acababa de escuchar y Matt tratando de analizar todo lo que pasaba por su mente. "Por eso estabais tan raros los dos últimamente..." reflexionó Chris en voz alta. "¿Pero tu no estás con Gaia?" cayó en la cuenta. "Claro" contestó Matt. "¿Entonces? Joder... No entiendo nada" el bajista trataba de enlazar toda esa información que le había llegado de repente, pero le era complicado. "Por eso nos peleamos. Dom se enteró de que estaba con ella y, ya sabes..." intentó explicarle Matt. "¿Pero vosotros dos qué se supone que tenéis?" preguntaba Chris. "Nada. No tenemos nada. Es Dom, que se empeña..." mintió Matt. Le era imposible decir al cien por cien la verdad. Por nada del mundo quería admitir que todo lo ocurrido fue por su culpa. "Pero no le digas nada a Dom, por favor, no quiero que se vuelva a montar otra así" le pidió Matt. "Está bien, Matt, pero sea lo que sea que tengáis entre vosotros, arregladlo  porque los tres estamos en esta banda y no quiero que vuestras cosas afecten a la integridad del grupo, porque Muse somos los tres. Lo entiendes, ¿no?". "Sí. Gracias, Chris" le dijo Matt con sinceridad. "Ven, te voy a poner hielo ahí" decía Chris mientras iba la cocina. Cuando le dio el hielo a Matt para que se lo pusiera este le volvió a repetir que no se lo contara a nadie y el bajista asintió. Luego se fue.

Matt se colocó aquella bolsita fría en el ojo e hizo una mueca de dolor. Todas esas partes moradas de su piel no hacían más que recordarle a Dom. ¿Por qué tenía tantas ganas de abrazarle? ¿Por qué quería besarle? ¿Por qué deseaba estar con él más que con nadie en el mundo? "Qué gilipollas" se autoinsultó Matt en voz alta. Tenía que sacarse aquellos pensamientos de su cabeza, así que decidió coger su Manson. Tocó durante unos cinco minutos pero volvió a dejarla donde estaba. No podía concentrarse. Fue al baño a lavarse la cara y solo el roce de sus manos con su piel le era una tortura. Buscó en el botiquín una crema y se la untó.  Se dirigió a su habitación, bajó las persianas y se tendió boca arriba en la cama, con las manos detrás de la nuca. Se pasó la mañana acostado intentando pensar en cualquier cosa que no fuera Dom. Ni siquiera almorzó. Estuvo dando vueltas por su casa, matando el tiempo cuando recordó que esa noche le habían invitado a una fiesta a la que Dom también iría. Pensó que tenía que aparentar ser fuerte delante de él, así que decidió salir a comprar algo de ropa para esa noche. A Matt no le gustaba ir de tiendas, ni siquiera seguía la moda, simplemente se ponía lo primero que cogía del armario, pero esa vez decidió hacer un esfuerzo. De camino a casa pasó por McDonadls y compró algo para cenar. Cuando llegó puso un vinilo de Jimmy Hendrix y se comió su hamburguesa con queso. Se dio una ducha y se miró en el espejo: tenía la piel mucho mejor y el ojo lo tenía solo un poco hinchado. Un aspecto bastante decente, después de todo. Se puso una camisa a rayas que se había comprado y unos vaqueros y salió de su casa.

La fiesta se celebraba en un salón enorme. Había dos barras, un montón de camareros con bandejas de canapés, e incluso había un pequeño escenario en el que tocaban Jazz cuatro músicos. Matt entró en la sala mirando para todos lados a ver si encontraba a alguien conocido. Dio en el clavo: entre la multitud pudo ver a Dom, más elegante de lo habitual. Pero lo que de verdad llamó la atención de Matt fue la chica a la que llevaba del brazo. Era una rubia muy alta e increíblemente guapa, podría ser modelo. Vio como este hablaba con ella todo sonriente, ella mientras jugaba con su pelo y no apartaba la mirada de sus ojos. Entonces la chica le dijo algo al oído y se fue de su lado. Probablemente iría al baño. Matt aprovechó para acercarse a Dom, que estaba apoyado en la barra pidiendo un cóctel. "¿Se puede saber de qué vas?" le dijo Matt sentándose al lado suya. "Cuida tus modales, estamos en una fiesta" le dijo Dom sin ni siquiera mirarle. "No me vaciles Dom. ¿Quién cojones era esa tía?"  Matt no se esforzó por camuflar la rabia de sus palabras. "Pues... una chica. No eres el único que puede estar con tías, ¿sabes?" le decía Dom tranquilamente mientras le daba vueltecitas a la aceituna de su copa. "Deja de jugar conmigo" le dijo Matt. En ese momento Dom soltó una carcajada. "¿Que deje yo de jugar contigo?" le dijo recalcando el 'yo'. Entonces comenzó a mirar a Matt: "¿Cómo sienta que te paguen con la misma moneda, Matthew?" le preguntó con una sonrisa que dejaba ver sus perfectos dientes blancos. Matt no pudo decir nada. Dio un golpe en la barra y se marchó de allí. Antes de salir de la sala miró hacia atrás. La chica rubia de antes había vuelto con Dom y estaba sentada encima suya acariciándole la mejilla. Matt cruzó definitivamente la puerta.

Empezó a andar cada vez más rápido y terminó corriendo, sin rubo. Simplemente corría. El viento se llevó un par de lágrimas que resbalaban por sus mejillas. De repente se paró. Vio un letrero de un veinticuatro horas y entró en la tienda. Fue vagando por los pasillos hasta que encontró lo que buscaba: una botella de vodka. El tendero le miró con cara extraña pero igualmente se la vendió. Matt se sentó en unas escaleras que había en un callejón al lado del establecimiento. Abrió la botella, le dio un sorbo y tosió un poco cuando hubo tragado. "Joder, ni siquiera me gustan ese tipo de fiestas" dijo en voz alta. En su cabeza solo sonaba aquello que dijo Dom: "¿Cómo sienta que te paguen con la misma moneda?". Matt, de la rabia, le dio un puñetazo a la pared, pero lo único que consiguió fue destrozarse los nudillos con dolor. "¡Me cago en la puta!" gritó mientras se limpiaba la sangre. Y le dio otro trago a la botella, esta vez mucho más largo. Así pasó una hora. Bebiendo, mirando como los gatos cogían comida de los contenedores, como los pocos peatones que quedaban a esas horas de la madrugada por la calle cruzaban el paso de cebra... Matt se levantó. Todo le daba vueltas. Tubo que apoyarse en la pared para no caerse. Cogió la botella y la estampó contra el suelo estallando en mil pedacitos de cristal. No quería ir a casa, pero tampoco quería estar en la calle. Él sabía donde le gustaría estar realmente en esos momentos. Y entonces empezó a andar.

Dom se encontraba tumbado en la cama con la chica que había llevado a la fiesta. Esta intentaba levantarle la camiseta. "Oye, ¿no crees que hace frío aquí?" le dijo él colocándosela bien de nuevo. "No, no lo creo..." le contestó ella bastante borde. La chica se puso encima de él y empezó a acercarse a su cara. Que llamaran al timbre fue lo mejor que le pudo pasar en aquel momento. Dom se la quitó de encima casi tirándola de la cama: "Anda, ¿quién será a estas horas?" dijo yendo rápido hacia la puerta. Cuando la abrió se quedó a cuadros. No solo porque fuera Matt quien estaba allí parado, sino más bien por su aspecto: la camisa desabrochada, todo despeinado, y con unas ojeras dignas de un zombie. "¡Dominic, he venido a hablar contigo!" dijo pronunciando como pudo ya que el alcohol hacía sus efectos. El aliento a vodka  se olía a kilómetros. "Matt, ¿estás borracho?". "¿Y qué si lo estoy?" dijo este entrando en la casa de Dom. "¿Dónde está la zorra rubia esa?" decía a la vez que daba tumbos intentando llegar al dormitorio. Dom le siguió. "¿Conoces a este tío, Dom?" le preguntó la rubia con cara de susto al verle. "Eh... sí" se pensó la respuesta por unos segundos. "Creo que es mejor que te vayas" le dijo a la chica. "Pensaba irme de todas maneras, ¿sabes?" le dijo mientras cogía su bolso y se largaba de allí. Dom se quedó con cara extrañada mirando como se iba, pero volvió en sí cuando vio a Matt abriendo su armario y sacando toda la ropa. "¡¿Pero qué coño haces?!" le gritó recogiendo las camisetas tiradas por el suelo. "¿Por qué no te has puesto esta camiseta?" decía Matt enseñándole una. "¿O esta?". Dom se la quitó de la mano y la guardó. "Qué pasa que te querías follar a la tía esa, ¿no?" pronunció tan mal que Dom ni siquiera le entendió: "¿Qué?". "¡QUE SI TE QUERÍAS FOLLAR A LA TÍA ESA!" le gritó Matt al oído. "Joder Matt, creo que nunca te he visto así de borracho" le decía apartándole de él. "Que sepas que me he enfadado mucho" decía Matt con tono serio, pero que, al estar ebrio no sonaba nada como él quería que sonase. Matt tropezó con unos zapatos y se calló al suelo dándose en la cabeza con la cama. Dom empezó a reírse a carcajadas. "Anda, ven aquí" le dijo levantándolo y sentándolo en la cama. "¿Se puede saber por qué coño has bebido tanto?" le preguntó. "Porque eres un capullo de mierda" dijo alargando esa última palabra mientras le señalaba con el dedo índice tembloroso. "He sido un capullo porque tu lo fuiste antes" le contestó Dom muy serio. Matt le miraba con cara de no estar entendiendo nada, pero le habló: "¿Te has follado a la rubia?". Esta vez sonaba más serio. "No" le dijo escueto Dom. "¿Entonces por qué la has llevado a la fiesta? Además cuando he llegado ella seguía aquí" le decía Matt intentando pronunciar las palabras correctamente. "Era la tía la que quería tema. Yo solo la llevé a la fiesta para ponerte celoso" le respondió Dom mirando a Matt a los ojos. Este se quedó mirándole un rato hasta que por fin dijo: "Pues lo has conseguido". Matt clavó su mirada en los labios de Dom y se fue acercando despacio a él hasta que sus caras estuvieron tan cerca que su respiración topaba con la mejilla de Dom. "Matt..." le susurraba este: "Prométeme que no vas a volver a comportarte como un gilipollas". "Te lo prometo" dijo Matt sellando sus palabras con un beso.

Dom tumbó a Matt sobre la cama de un empujón y este le sonrió travieso. Siguieron besándose en los labios y acariciando sus cuerpos. Era la mejor sensación del mundo. Matt casi le arrancó la camiseta a Dom y luego se quitó la suya. Todo iba muy rápido, no querían perder ni un segundo. La habitación olía a sudor, a vodka y a deseo. Se besaban con violencia rozando sus lenguas. Se tocaban y sentían cada poro de su piel. Sus respiraciones se aceleraban. Dom se deshizo de sus pantalones y calzoncillos y Matt hizo lo mismo. "Estás haciendo esto de verdad" sonó una voz en el subconsciente de Matt. "Y es lo que quiero" le respondió él en su cabeza. Entonces tumbó a Dom de espaldas, le sujetó de las caderas y entró en él. Este se agarró a las sábanas con fuerza y gemía al ritmo del vaivén de Matt, quien se inclinó para besarle en la espalda mientras seguía moviéndose. El tiempo se paró y un bucle de emociones recorrió hasta el último nervio de ambos. Matt salió de Dom y cayó exhausto de espaldas en la cama, cerrando los ojos y cogiendo aire. Dom se dio la vuelta y le dijo risueño: "¿Por qué te cuesta tanto dar el paso?". "¡Ah, cállate!" le dijo Matt estampándole la almohada en la cara. Ambos se rieron y se quedaron así tumbados hasta que cayeron dormidos.




PD: Me gustaría que me dieras tu opinión sobre el capítulo o la historia en general, tanto si es buena como si es mala; que me comunicaras cualquier sugerencia, a través de mi twitter.

domingo, 3 de marzo de 2013

Origin of BellDom - Capítulo 4.

AVISO: SOLO APTO PARA MUSERS AVANZADOS Y CREYENTES EN BELLDOM.


Continúa por dónde terminó el capítulo anterior.


Estuvieron un buen rato abrazados. No querían despegarse el uno del otro. "Matt, deberíamos salir ya de aquí. Los demás nos estarán esperando en el vestuario para beber y eso" dijo Dom separando a Matt de él. "Está bien" dijo Matt soltando un suspiro. Se dirigió a la puerta para abrirla. Giró el pomo, pero la puerta no se abría. Siguió forcejeando pero fue en vano. "¿Qué pasa?" Preguntó Dom al ver que Matt seguía frente a la puerta. "Que no se abre" respondió. "A ver, déjame probar" Dom intento girar el pomo pero tampoco dio resultado. "De puta madre, estamos encerrados" dijo irónico. "¿No tienes el móvil por ahí?" le preguntó Matt. "Qué va, lo dejé en el vestuario con el tuyo" contestó. "Pues habrá que esperar a que venga alguien..." decía Dom mientras se sentaba en el suelo. "No creo que tarden en echarnos en falta" dijo Matt apoyándose en la pared en frente del batería. "Quién sabe... Si están borrachos irán a su bola". "Eso de ser pesimista es mío, Dominic, no me robes mi personalidad" le dijo Matt sonriente. "Es lo que tiene pasar tanto tiempo contigo, al final se te acaba pegando". "Bueno, piensa que al menos tenemos donde mear" dijo Matt señalando los urinarios. "El optimismo no te pega nada, Matthew" dijo Dom siguiéndole el rollo. Matt se rió: "Eso me pasa por estar el día pegado a ti". Dom sonrío un poco negando con la cabeza.

Pasaron unos minutos en silencio hasta que Dom dijo: "No creas que no sigo enfadado contigo". "Venga ya, Dom..."decía Matt quitándole importancia al asunto. "Lo digo en serio, Matt". "Bueno, yo sé como arreglar eso" dijo Matt mientras se acercaba a él para besarle. "No" Dom le apartó antes de que sus labios se unieran. "Matt, no puedes hacer lo que has hecho, venir a mi cuando te de la gana y estar como si nada, ¿sabes?" Matt miraba al suelo: "¿Pero qué he hecho?" Preguntó con falsa inocencia. "No te hagas el imbécil" a Dom se le empezaba a notar la rabia en sus palabras. "Tener novia no es malo" dijo el guitarrista. "No, no es malo" Dom le dio la razón. "Lo malo es que te estés follando a tu amigo teniendo novia". Matt le miró aterrado cuando dijo la palabra 'follando'. "Sí, seamos realistas. Es eso lo que estamos haciendo". Matt no sabía que decir porque en su interior reconocía que Dom tenía razón, pero era demasiado orgulloso como para admitirlo. "El que calla otorga" dijo Dom después de ver que Matt no iba a decir nada. "Bueno, pues dejamos de hacerlo" le contestó Matt. "Tu mismo sabes que no podrás" decía Dom muy seguro. Matt apretó el puño. "Y la cosa no queda ahí. Tengo mucha más mierda que echarte en cara" continuó diciéndole. "¡Pues empieza!" Le gritó Matt mientras se levantaba del suelo un tanto exaltado. "De acuerdo" Dom tranquilamente se levantó para estar a la altura del otro. Eso hizo que este se pusiera más nervioso. "En primer lugar ni siquiera me dijiste que tenías novia. ¿Chris lo sabe?". "Sí" contestó escueto Matt. "Genial" dijo Dom irónico. "A saber desde cuándo estás con ella. Bueno, prefiero no saberlo" decía Dom resignado; y continuó: "En segundo lugar, a ti lo que te pasa es que tienes miedo". Matt negaba con la cabeza muy serio sin apartar su mirada de la de Dom. "Sí, tienes miedo de admitir que realmente estar conmigo te encanta. Estando con la italiana esa lo único que haces es engañarte a ti mismo" continuó diciendo este. "¿Pero tu qué sabrás?" Dijo Matt por decir, porque no se le ocurría otra cosa para rebatir los argumentos de su amigo. "Vamos Matt, admite de una puta vez que eres un cobarde de mierda" Dom empezaba a cabrearse de verdad. "¡Tu no sabes si en verdad cuando finjo es cuando estoy contigo!" Fue lo primero que se le pasó a Matt por la cabeza y lo dijo. Dom se acercó a Matt y le agarró de la camiseta levantándole mientras le decía: "Eres un puto orgulloso y tienes miedo de reconocer las cosas. Me entran ganas de pegarte una paliza cuando te pones así de gilipollas...". "Pues hazlo" Le dijo Matt mirándole con rabia. Dom le empujó contra la pared, cerro la mano y le dió un golpe en la nariz. Matt cayó al suelo, se tocó la nariz y cuando miró sus manos vió que estaba sangrando. "¡Joder, ¿qué he hecho?!" dijo asustado Dom. Entonces Matt se levanto y le metió un rodillazo en los huevos. "¡OUGH!... ¡Hijo de puta!" gritó Dom encogido poniéndose las manos en el paquete. Matt se limpiaba la sangre de la nariz y Dom lo agarró fuerte de un brazo y lo tiró a suelo. Se puso encima de él y empezó a darle un par de puñetazos en la cara. Matt consiguió quitárselo de lo alto, le cogió y le arrojó contra la puerta, tan fuerte que esta se salió del marco. Ambos pararon. Cogían aire mirando la puerta rota y sin decir nada Dom se fue de allí. Salió del recinto. No cogió sus cosas y se fue a casa directamente.

Matt abrió el grifo del baño y se lavó la cara. Por un momento permaneció quieto mirándose en el espejo con cara de asco. ¿Cómo habían llegado las cosas entre los dos hasta tal punto? Se preguntaba. No solo él y Dom habían peleado, en la cabeza de Matt constantemente luchaban razón y corazón. Y por ahora iba ganando este último.


PD: Me gustaría que me dieras tu opinión sobre el capítulo o la historia en general, tanto si es buena como si es mala; que me comunicaras cualquier sugerencia, a través de mi twitter.

PD2: Siento que este capítulo sea más corto que los anteriores, tranquilo/a, que el siguiente merecerá la pena.

sábado, 2 de marzo de 2013

Origin of BellDom - Capítulo 3.

AVISO: SOLO APTO PARA MUSERS AVANZADOS Y CREYENTES EL BELLDOM.


Matt dio dos golpes con la mano en aquella puerta blanca y Kelly no tardó en abrir. "Muy buenos días, Matthew" saludó ella tan sonriente y educada como de costumbre. "Pasa al salón; Dominic aún no ha llegado. Chris está en la cocina preparando unas tortitas" continuó diciendo. "Gracias Kelly" le respondió con una sonrisa sincera y entró en la casa. Olía como a jazmín y a dulce. Antes de ir al salón pasó por la cocina para saludar a Chris: "No sabía yo que aparte de tocar el bajo se te daba bien cocinar" dijo Matt riéndose. "Se le dan bien más cosas de las que crees, Matthew" añadió Kelly dándole un beso en la mejilla a su hombre mientras este sonreía. "Oye, ¿dónde está Dom? Creía que venía contigo" Dijo el bajista. "Qué va, supongo que estará al llegar" respondió Matt "Al final llegaremos tarde a la prueba de sonido... ¡Encima de que os invito a desayunar!" Se quejó Chris. Entonces llamaron a la puerta. "Ese debe ser él" decía Kelly dirigiéndose hacia la entrada. "Buenos días, Kelly... ¡Uhm, qué bien huele! ¿estás haciendo tortitas?" fue lo primero que dijo Dom cuando le abrieron la puerta. "Buenos días, Dominic. Y en realidad es Chris quien las está preparando". "Eso quiero verlo yo" decía Dom yendo para la cocina. "Anda, pues es verdad" dijo cuando llegó y vio a Chris con un delantal puesto, sujetando con la mano una sartén. "Hola, Dom" saludó Matt; pero este no contestó. Chris miró a los dos un poco confuso. "Pasad al salón, chicos. Y decidme qué queréis de beber". "Yo quiero un café solo" contestó Matt. "Y yo un té con leche, por favor" dijo Dom muy risueño. "Muy bien" sonrió Kelly mientras ponía una tetera a hervir.

"¿Ahora te comportas como si tuvieras 10 años?" dijo Matt cuando estuvieron sentados en la mesa del comedor. "¿A qué te refieres?" preguntó Dom con indiferencia, sin ni siquiera mirarle, a la vez que cogía una galletita de arándanos que había en un plato en el centro de la mesa. "Me refiero a eso de ignorarme. No es que sea un comportamiento muy maduro". "Ah, no sabía que guardar el secreto de un lío con un colega si era de ser maduro" contestó Dom sarcástico y muy serio. "¿Pasa algo? Os noto raros esta mañana" dijo Kelly entrando al salón con un plato enorme y rebosante de tortitas bañadas en sirope. "No es nada, Kelly. Simplemente tengo sueño. Hoy no he dormido muy bien" respondió Dom lanzando a Matt una mirada desafiante de lo cual la novia de Chris no se percató. Acto seguido entró el bajista con una bandeja sobre la que estaban las tazas de té y café. Todos se sentaron. "Vamos a bendecir la mesa, ¿no?" dijo Matt en tono irónico. "Claro. Gracias señor por darme cuerdas nuevas para el bajo y por hacer que Kelly me comprase una camiseta de Nirvana por mi cumpleaños". "¡Eso me lo tendrías que agradecer a mi!" le dijo Kelly riendo y todos la siguieron. Después de la broma empezaron a comer. El resto del desayuno transcurrió en silencio. Se podía palpar la tensión entre Dom y Matt. Chris y Kelly se sentían incómodos pero no quisieron decir nada. Cuando terminaron recogieron las cosas de la mesa. "Ayudadme a guardar el equipo en la furgoneta" le dijo Chris a los otros dos integrantes del grupo mientras se despedía de Kelly con un tierno beso. Chris y Kelly probablemente serían la mejor pareja de la tierra. Y si crees que alguien es mejor que ellos dos, es porque no les conoces. Matt y Dom cogieron el equipo y Chris su bajo y se dirigieron al garaje donde guardaron las cosas en una vieja furgoneta de los 80. Se subieron en ella y se dirigieron al lugar donde daban el concierto aquella noche.

El ensayo fue muy bien. Ya estaba todo listo: empezarían con Ashamed, continuarían con Showbiz, Cave, Unintended... Para la hora de comer ya habían terminado. Chris llevó a cada uno a su casa. Cuando Matt llegó lo primero que hizo fue darse una ducha. Se apoyó en la pared del baño con la cabeza hacia arriba y los ojos cerrados, dejando que el agua le resbalara por su cuerpo; tratando de no sentir nada. "¿Qué cojones voy a hacer?" susurraba para sí mismo. Salió de la ducha, cogió una toalla y se la puso al rededor la cintura. Se dirigió a la sala de estar y abrió un cajón de un mueble. Sacó una bolsita con maría y papel de liar y se hizo un par de porros; pero no se los fumó, los guardó en una pitillera que dejó encima de una mesa. Fue a la cocina y metió en el microondas un preparado de macarrones con queso que caducaba hace tres días. Mientras se cocinaba marchó a su habitación y se vistió. "Biiiip" sonó el microondas. "¡Me cago en la puta!" gritó Matt porque se había quemado al sacar el plato del aparato electrónico. Almorzó de pie apoyado en la encimera, pero apenas comió. No tenía demasiado apetito. Tiró los restos a la basura y colocó el plato en el fregadero. Luego se dirigió al salón, cogió su guitarra y se puso a tocar algunos acordes.

Cuando sonó el timbre Matt dio un brinco. Se había quedado dormido. Se levanto, dejó la Manson apoyada en la pared y mientras iba hacia la puerta miró por la ventana: estaba atardeciendo; debían ser las siete de la tarde. Abrió. Era Dom. Matt se asombró. "Creo que el otro día me dejé mis otras baquetas aquí cuando estuvimos ensayando. Y las necesito para el concierto de esta noche". "Hola, eh" vaciló Matt. "Hola", contestó escueto Dom. "Pasa al salón. Voy a buscarlas, tienen que estar en el sótano". Se oyó a Matt bajar las escaleras hacia la planta baja. Entonces empezó a sonar un móvil. Era el de Matt, que estaba sobre la mesa. "¡Matt, te están llamando. Es..." miró el móvil "... ¿Gai-Gaia?". Matt apareció de repente: "Mierda, le dije que no llamara hoy" susurró. Y le dio las baquetas a Dom. "Se dice Gaia". "Que nombre más raro" dijo Dom extrañado. "Es italiano" aclaró Matt. "¿Le conociste cuando estuviste en Italia?" preguntó el batería. "La conocí", dijo Matt resaltando el 'la'. "Ah, que es una chica... ¿Y cómo es que te llama a estas horas?". "Supongo que puede llamarme cuando quiera". "¿Y eso? preguntaba Dom con curiosidad. "Porque estamos saliendo" a Matt le costó decir esa última frase. Dom se quedó mirándolo el silencio. "Dom..." alcanzó a decir Matt. "Cállate" le contestó este. La rabia se palpaba en sus palabras. "Dom, deja que te lo explique...". "¡Que te calles!" gritó Dom a la vez que rompía una de las baquetas que sostenía. Matt se quedó de piedra. Nunca antes había visto a su compañero así. Dom tiró las baquetas al suelo y se fue para la entrada "¡Espero que te la folles bien!" dijo mientras daba un portazo. Matt estaba tan en shock que no pudo ni reaccionar. ¿Por qué las cosas habían sucedido así de rápido? Cuando volvió en sí cogió uno de los porros que se había liado y se lo encendió. Se tumbó en el sofá y le dio dos hondas caladas. En casa de Dom la cosa no era demasiado diferente. "Me cago en la puta, mis baquetas..." Decía para él apretando el puño. Entró en su habitación y se sentó en la cama sin ni siquiera encender la luz; prefería estar en la penumbra. Apoyó la cabeza en las manos y soltó un largo resoplido.

El concierto fue increíble. Incluso tocaron por primera vez en directo una de las canciones que incluirían en su próximo disco. Se llamaba 'Bliss'. En el escenario las cosas entre Matt y Dom parecían como siempre. Estaban, de alguna manera, actuando. No querían decepcionar al público, tenían que ofrecerles una directo genial como siempre. Cuando Dom entró al baño del backstage Matt estaba lavándose las manos. "Te has empalmado en el concierto" le dijo mirándole en el espejo. "¿Qué coño hacías mirando eso?". "Seguro que no era porque estabas pensando en la italiana esa" siguió diciendo Dom. "¿Tu que sabrás?" Le contestó Matt y antes de que el otro pudiera hablar continúo: "Son esos pantalones..." hizo una pequeña pausa, "...te quedan muy ajustados...." Le iba diciendo mientras se acercaba a él, que estaba apoyado en la pared del baño. Y sin apartar la mirada de Dom cerró el pestillo. "¿Qué haces?" Le dijo este. Matt le contestó con un violento y pasional beso que parecía que se había estado guardando desde hace siglos. Dom le pegó a él. "Esto no va a volver a pasar..." decía Matt mientras le besaba el cuello a Dom. "No... No va a volver a pasar..." afirmaba este con la cabeza hacia arriba y los ojos cerrados, disfrutando de aquello. El deseo contenido hizo que el ambiente se caldeara más de lo normal. El corazón les iba a mil por hora. Casi les faltaba el aire. Matt empezó a quitarle la camiseta a Dom, pero este, para ir más rápido, terminó de quitársela él mientras Matt hacía lo mismo con la suya. Este le pegó a la pared agresivamente y siguieron besándose; en los lábios, el cuello, el pecho... Esta vez era todo muy distinto a aquella noche en la playa. Estaban ansiosos por consumirse el uno al otro. Matt empezó a desabrochar los ceñidos pantalones de Dom. "Matt, no quiero que hagamos nada si luego me vas a dar de lado..." dijo con tono triste. "No te puedo prometer nada" declaró Matt. "Pues entonces no. No..." Dom ni siquiera estaba seguro de lo que decía. "Por favor, Dom, déjame hacer esto. Por favor te lo pido" suplicó Matt. Dom ya no habló más.

Todo era demasiado para él en esos momentos. Simplemente se dejó llevar. Aunque por una parte no quería volver a saber nada de Matt debido a lo que ocurrió aquella tarde, otra gran parte quería a aquel ser maravilloso para él solo. Quería poseerle eternamente; y eso hizo. Matt le bajó los pantalones arrastrando con ellos sus calzoncillos. Por un segundo se quedó observándolo, y pensando si de verdad quería hacer eso. Claro que quería. Lo agarró con una mano, separó los labios y se lo metió en la boca. Dom cerró los ojos de placer. La lengua de Matt jugaba con él, a la vez que aceleraba el ritmo al que movía su cabeza de arriba a abajo. Dom jadeaba. Matt calló en la cuenta de donde estaban: un sitio público. Debían darse prisa porque en cualquier momento podría llamar alguien a la puerta. Así que Matt paró y se quitó los pantalones y la ropa interior, y se colocó inclinado apoyando las manos en la encimera de mármol. Dom se puso detrás y no tardó en entrar en él. Matt se agarraba con fuerza al mueble y contemplar en el espejo aquella imagen le repugnó  El y su mejor amigo teniendo sexo de aquella manera... No quería verlo por eso cerró los ojos. Dom agarraba sus caderas y se movía con intensidad aunque estaba medio temblando. Matt se metió los dedos entre los dientes para ahogar sus gemidos de alguna manera. Dom se iba apresurando conteniendo sus jadeos con gran esfuerzo. Y volvieron a unirse en un efímero y plácido segundo que pareció durar para siempre. Dom se liberó de él y fatigado se sentó en el suelo dejando caer su espalda en la pared. Matt, en un impulso, fue corriendo a abrazarle. Se aferró al batería con todas sus ganas. Dom se dejó caer en su hombro mientras le rodeaba con sus brazos. ¿Por qué todo eso le hacía sentirse tan bien? Se preguntaba Matt aterrado, en su cabeza.


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 Y aquí os dejo un dibujo que me ha hecho @missunburn <3.